El compromiso de Health Forward con la equidad racial

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Los últimos tres meses han puesto de manifiesto de forma innegable y climática el hecho de que el racismo está vivo y es el principal culpable del malestar de millones de personas de color. 

Después de tres meses de aislamiento por la pandemia de COVID-19 -que se apoderó de nuestra nación y se cobró la vida de un número desproporcionado de afroamericanos-, la muerte de tres afroamericanos que deberían seguir vivos y las protestas asociadas de "Black Lives Matter" (Las vidas de los negros importan) sirvieron de perversa fiesta de despedida para Estados Unidos.

El asesinato por asfixia de George Floyd por agentes de policía de Minneapolis, la deshumanizadora caza y asesinato de Ahmaud Arberyla trágica muerte de Breonna Taylor, militarización de Amy Cooper ventaja blanca lanzado como un asalto contra Christian Cooper mientras observaba aves en Central Park, e innumerables otros que se ven y no se ven son legados de "vivir siendo negro", una realidad siempre presente para los afroamericanos enraizada en los vestigios de la esclavitud y perpetuada por el racismo estructural e institucionalizado. 

El racismo estructural en la vivienda, la banca, la educación, la movilidad económica, el sistema judicial y la atención sanitaria son vectores figurados de un insidioso virus social que azota a los afroamericanos de todo nuestro país, infectando y afectando mucho más que nuestra pandemia actual. Estos males subyacen en los datos nacionales de mortalidad COVID-19, que nos dicen que la tasa de mortalidad de los negros es 2,4 veces superior a la de los blancos, y 2,2 veces superior a la de los asiáticos y latinos. Vemos injusticias sanitarias similares en la mortalidad materna, la mortalidad infantil, la prevalencia de enfermedades crónicas y la esperanza de vida. 

Siglos de injusticia han provocado que las personas de color vivan en una perpetua crisis de salud pública, al tener experiencias vividas con el racismo como principal determinante social de la salud. Los hispanos y latinoamericanos se enfrentan al aislamiento y a barreras para la salud y el bienestar debido a las barreras lingüísticas, la falta de cobertura de seguro y la retórica y las políticas perjudiciales dirigidas a su comunidad. La tasa de pobreza entre los nativos americanos es casi el doble de la media nacional para todas las personas y 1,7 veces mayor para los niños, y la proporción de los que viven en la pobreza era del 26% para los nativos americanos en 2016 en comparación con la población total del 14%. Más recientemente, el bienestar de miles de inmigrantes está en peligro, ya que renuncian a los servicios sanitarios y humanos necesarios por temor a los recientes cambios en la Ley Federal de Servicios Sociales. regla de la carga pública que restringe el acceso de los inmigrantes a programas básicos financiados con fondos públicos.

Nuestro país ha alcanzado un punto de inflexión. Como demuestra la composición demográfica de las protestas en muchas grandes ciudades, vemos a personas blancas dispuestas a utilizar su voz y su ventaja para defender la justicia. Aunque la diversidad de manifestantes no violentos es un espectáculo alentador, debemos forjar estos esfuerzos vitales de defensa cuando no haya hombres negros muertos en nuestras calles. Debemos aprovechar nuestras plataformas y esferas de influencia cotidianas que abarcan desde las urnas hasta las salas de juntas. Como señaló una vez el Dr. Martin Luther King Jr., "Al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos". 

La Fundación Health Forward centrará la equidad racial en nuestras competencias básicas de liderazgo, defensa y recursos. Practicar la equidad racial significa que trabajaremos para crear las condiciones en las que la identidad racial de una persona no influya en absoluto en su capacidad para prosperar.

Los blancos tienen la oportunidad de utilizar la ventaja de su blancura en favor de la justicia. Para responsabilizarse a sí mismos y a otros blancos de comportamientos, políticas y prácticas antirracistas. Al hacerlo, nos unimos solidariamente en la lucha por la equidad y la justicia.

Es hora de que la filantropía ponga de su parte para perseguir la justicia filantrópica con urgencia y determinación implacable. Al igual que en todas las facetas de nuestra sociedad, los prejuicios raciales -tanto personales como institucionales, conscientes e inconscientes- se cuelan en todos los elementos de los procesos filantrópicos y de concesión de subvenciones de los financiadores. La falta de confianza inherente en las personas de color o la predisposición al tamaño y la escala de las organizaciones dirigidas por blancos deja a las organizaciones dirigidas por personas de color fuera del acceso al capital para servir y mejorar sus comunidades. 

A medida que continuamos nuestro trabajo guiados por las comunidades a las que servimos, la Fundación Health Forward centrará la equidad racial en nuestras competencias básicas de liderazgo, defensa y recursos. Practicar la equidad racial significa que trabajaremos para crear las condiciones en las que la identidad racial de una persona no influya en absoluto en su capacidad para prosperar. Esta aspiración requiere que Health Forward sea el cambio que deseamos ver, garantizando que la equidad racial se convierta en nuestra propia ética. Hoy nos unimos a todos los que se enfrentan al racismo, la injusticia y la desigualdad en nuestra sociedad. Nos comprometemos a garantizar que nuestra cultura, personal, gobernanza, concesión de subvenciones, asociaciones, iniciativas de promoción, proveedores y políticas, prácticas y procedimientos organizativos actualicen la equidad racial, la inclusión y la pertenencia. 

No cabe duda de que nuestra fundación tiene un largo camino por delante. Pero como nuestro nombre indica, centrarnos en la equidad racial es la dirección necesaria para hacer avanzar la salud.