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Cada ciclo electoral, las conversaciones en torno a la inmigración a menudo sacan a relucir perjudiciales frases hechas, anuncios de campaña e historias diseñadas para sembrar la división entre los votantes. Estas historias son importantes.
En la Fundación Health Forward sabemos que las historias que oímos y repetimos a los demás son los cimientos de relatos más amplios que crean nuestro "sentido común" compartido. Y es este sentido común el que da forma a nuestras percepciones, creencias y, en última instancia, a las políticas que rigen nuestra sociedad, políticas que tienen un profundo impacto en nuestra salud.
Independientemente de lo que se diga con más frecuencia de la inmigración, lo cierto es que los nuevos estadounidenses aportan una gran cantidad de conocimientos, experiencias y perspectivas que benefician significativamente a nuestras comunidades. Queremos arrojar luz sobre las contribuciones positivas que hacen los inmigrantes a nuestras economías y lugares de trabajo a ambos lados de la frontera estatal.
Una mano de obra próspera
Recientemente, la Fundación Health Forward encargó un estudio de The Perryman Groupque informaba de un impresionante impacto económico de los inmigrantes en Misuri y Kansas. Si se tienen en cuenta los efectos multiplicadores, las personas que inmigraron para trabajar en Misuri aportaron $55.200 millones en producto interior bruto anual y 495.200 puestos de trabajo. En Kansas, el impacto incluyó $46.400 millones en producto bruto y 419.500 empleos.
El uso de efectos multiplicadores en el análisis da una idea más clara del impacto que los nuevos estadounidenses tienen en nuestra economía, pero puede que no todo el mundo tenga claro qué significa eso. Un efecto multiplicador es como una onda en un estanque. Cuando uno gasta dinero, éste no se detiene en esa única acción. Sigue circulando y creando actividad económica adicional como las ondas que se extienden a partir de un chapoteo. Así, un dólar gastado puede hacer que se gasten muchos más, impulsando toda la economía.
Estos resultados demuestran cómo los nuevos estadounidenses refuerzan nuestra mano de obra y contribuyen a nuestro crecimiento económico.
Hacer frente a la escasez de mano de obra
Los datos de la Cámara de Comercio de EE.UU. revelan que tanto el Missouri y Kansas sufren una grave escasez de mano de obra, lo que significa que no hay suficientes trabajadores disponibles para cubrir los puestos vacantes. En ambos estados hay dos puestos de trabajo vacantes por cada trabajador disponible. Los valiosos conocimientos que aportan los inmigrantes ayudan a salvar esta brecha y a garantizar que nuestras comunidades puedan prosperar.
Contribuir a través de los impuestos
En Estados Unidos hay más inmigrantes en edad de trabajar que nativos, y pagan los impuestos que les corresponden para financiar programas públicos esenciales como Medicare y la Seguridad Social. En Misuri, los inmigrantes tienen un poder adquisitivo colectivo de $7,2 billones con unas contribuciones fiscales de $2.500 millones.
Las personas indocumentadas contribuyen significativamente a través de los impuestos pagados a nivel federal, estatal y local, apoyando servicios, programas e infraestructuras. En Kansas, por ejemplo, los inmigrantes indocumentados contribuyen anualmente con más de $208 millones en impuestos estatales y locales. Esto demuestra su compromiso de apoyar a nuestras comunidades, a menudo con un tipo impositivo más elevado en relación con sus ingresos en comparación con el 1% de los que más ganan, tanto en Kansas como en Missouri.
Construir un futuro más fuerte e integrador
La retórica negativa y divisiva en torno a la inmigración puede tener un efecto amedrentador. Disuade a los inmigrantes de búsqueda de servicios sanitarios esenciales o notificación de actividades sospechosas a las fuerzas de seguridadEn última instancia, afecta a la seguridad y el bienestar de todos.
La pandemia mundial puso de relieve la interconexión de nuestras comunidades, donde el bienestar de un grupo afectaba al bienestar de otros grupos. Los inmigrantes eran una parte vital de la mano de obra esencial, que mantenía nuestras comunidades en funcionamiento. Como muchas personas de color, incluidos los inmigrantes, constituyeron una parte significativa de la mano de obra esencial durante la pandemia, todos dependimos de sus contribuciones, mientras ellos mismos ponían en riesgo su salud personal. Esta experiencia subraya la importancia de valorar las contribuciones de los inmigrantes y de fomentar un entorno más integrador en el que todos se sientan seguros y respaldados.
Juntos, podemos construir un futuro más sólido para todos contando la verdadera historia de las habilidades y contribuciones que los inmigrantes aportan a nuestras comunidades locales y economías estatales.
